Es un paso crucial en la cadena de distribución que define si el producto le llegará al cliente en tiempo y forma. La innovadora solución que encontró el Grupo Mirgor.
Todas las instancias de la logística revisten una gran importancia, aunque hay un punto que es especialmente crítico: la última milla. En esa etapa se definirá si el producto arriba en condiciones y sin demoras hasta el domicilio del consumidor final. Por ese motivo, las empresas que se dedican a brindar este tipo de soluciones deben tomar en cuenta una serie de tips para hacer más eficiente este paso decisivo.
La última milla, también conocida como entrega final, es el transporte y el reparto de una mercadería dentro de una misma localidad hacia el cliente. Comienza desde que el paquete sale desde el almacén o desde el último centro de distribución, y finaliza cuando llega a destino. Si bien es la parte de la logística en la que menos kilómetros se recorren, pueden surgir complicaciones y gastos inesperados en el proceso. De su optimización efectiva, rápida y rentable dependerá el grado de satisfacción y de confianza hacia la empresa que tendrá el cliente.
Seis puntos para lograr una última milla eficiente
La última milla es la instancia en la que se define si el producto llegará en tiempo y forma a manos del cliente.
Instalar un dispositivo de geolocalización en las unidades que trasladen los productos tendrá un triple impacto positivo: no sólo mejorará el tiempo de entrega, sino también su calidad y la seguridad del cliente, que en todo momento podrá consultar el estado del envío en tiempo real.
La tecnología, además, debe jugar un rol trascendental en la comunicación con los transportistas. Utilizar un software de flota permitirá que el conductor o repartidor reporte cualquier error o incidencia que se produzca durante la última milla. A su vez, estas herramientas brindan la posibilidad de confirmar cuando la mercancía llegó correctamente, así como corroborar datos y comunicarse con la central a través de una tablet o smartphone.
En cuanto a la calidad del transporte para esta tapa de la cadena logística, se recomienda utilizar flotas más ágiles y elegir el tipo de vehículo de acuerdo al producto que se va a transportar. No siempre es necesario utilizar camiones. Incluso en este campo aparecen operadores de transporte urbanos como proveedores estratégicos para entre grandes empresas de logística: es el caso de Mirlog, que toma el servicio de la plataforma colaborativa Moova, que tiene una red de pequeños transportistas dedicados a realizar envíos exprés. La empresa de logística del Grupo Mirgor canaliza a través de Moova, un 30% de las ventas de última milla al consumidor final.
Esta respuesta innovadora es fruto de la experiencia que Mirgor tiene acumulada en el desarrollo logístico para su unidad de Manufactura, ya que con Mirlog se encarga de distribuir los productos fabricados en sus plantas de Tierra del Fuego: desde productos electrónicos Samsung y LG hasta autopartes para varias automotrices de primera línea en la Argentina.
La planificación de rutas también es clave en la última milla. Para ello existen aplicaciones que proponen opciones para llegar más rápido o por caminos más simples y cortos. Eso mejorará la rentabilidad del negocio.
Para reducir el margen de error, hay que apostar a usar no sólo un software de flota para estar en contacto con los transportistas o un localizador GPS, sino también un sistema de notificación de incidencias y mensajes automatizados para el cliente, entre otras cosas.
Dentro de la previsión, hay que darle al cliente alternativas para que se haga con su encargo en caso de algún imprevisto surgido en ese tramo final de la cadena de distribución. En este caso, hay que ofrecer también flexibilidad horaria para adaptarse a las necesidades del consumidor.
Los software de flota y los dispositivos de localización de la mercadería mejoran la última milla.